El core es una palabra en inglés (porque todo nos gusta ponerlo en inglés) que significa núcleo o centro y en el entrenamiento se usa para nombrar toda la zona muscular que envuelve nuestro centro de gravedad del cuerpo. Es un componente clave para la formación de un cuerpo más fuerte, ya que lo usamos en la mayoría de nuestros movimientos cotidianos o durante el entrenamiento.
¿El core es el six-pack (abdominales)? ¡no!, aunque es una parte fundamental del CONJUNTO de músculos, así como: oblicuos, musculatura profunda de la columna, musculatura lumbar, flexores y extensores pélvicos y ¡los gluteos!
Dicho lo anterior, podemos imaginarnos en que nos ayuda apretar, tensionar, activar, usar el core, no sólo en el entrenamiento sino en las actividades diarias como correr, subir escaleras, sostenerse en el metro (tanto en el asiento, como parados), sentarse, pararse, etc. Pero si nos ha quedado duda a continuación algunos aportes:
Estabilidad: El core es el centro de gravedad del cuerpo, por lo que trabajarlo te dará un mejor equilibrio y coordinación.
Control de postura corporal: Fortalece el core y tendrás mejor control de tu postura o de los movimientos que quieras realizar.
Reducir el riesgo de lesiones: Al mantener estable nuestro cuerpo, tenemos una mayor consciencia de la movilidad de nuestro cuerpo, por lo que será poco probable que te lesiones en cualquiera de tus actividades.
Alivio de dolor de espalda: Estudio nos muestra que más forza tengamos en el core, reduciremos el dolor de espalda.
Disminuye Fatiga: Al activar o reclutar los músculos que se encuentran en el centro de tu cuerpo, ayudas a disminuir el exceso de gasto energético. ¿Otra rutina?
Ahora cuando tu Coach o tu abuelito te digan: “activa el Core”, sabrás que existe y que músculos concientizar.
